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Mi cordón sanitario

ALGUNOS PERIODISTAS DEBERÍAN INFORMAR CON RIGOR Y ALGUNOS MIEMBROS DE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD PODRÍAN SOSEGARSE

ALGUNOS PERIODISTAS DEBERÍAN INFORMAR CON RIGOR Y ALGUNOS MIEMBROS DE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD PODRÍAN SOSEGARSE

La celebración de la victoria liguera del Real Madrid ha deparado, como es costumbre, una serie de incidentes que se han saldado, también es costumbre, con una serie de porrazos y una serie de tópicas explicaciones por parte de los medios de comunicación. 

Como he trabajado en prensa y he sido censurado, en un caso similar, por el medio que me pagaba, sé que existe la posibilidad de que algunos miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado, de los denominados antidisturbios, se hayan dedicado a aporrear al prójimo por puro placer a sabiendas de que algunos periodistas hablarán después de que se ha “disuelto” a los “alborotadores”. 

Por si sirve para interpretar estos hechos, puedo asegurar que fui testigo, en la celebración por la séptima Copa de Europa y desde el interior de la fuente de la Cibeles (en 1998 no se prohibía entrar en la fuente, que resultó ser un refugio seguro para los periodistas que cubríamos la información), de las malas pulgas que pueden llegar a gastarse algunos tipos armados hasta los dientes (botas, casco, escudo, porra, subfusil con pelotas de goma y/o botes de humo; incluyo una fotografía y una web con material especializado al respecto…) contra ancianos, mujeres y niños que sólo portaban bufandas y banderas del Madrid. 

En la crónica que dicté por teléfono contaba la veintena de cabezas abiertas a los viandantes, no alborotadores. El motivo, que un “alborotador” (aquel sí) había alcanzado, a 50 metros de distancia y con una botella, a un antidisturbio; el caso es que la Policía no pudo localizar al “alborotador” y decidió que el pato lo iban a pagar las personas que tenían más a mano. Al día siguiente mi periódico quitó mi crónica, que debía ser muy radical por fidedigna, e incluyó (con mi firma) la que llegó de agencia, en la que se hablaba de “alborotadores” y de la “concienzuda” actuación de la Policía.

Claro que entonces estábamos en pleno “Aznarato” y se llevaba lo “expeditivo”; pero ahora gobierna el PSOE y muchas personas de izquierda no van a perdonar casos similares...  

Están muy recientes casos como el de la Comandancia de Roquetas o el del inmigrante nigeriano fallecido durante su repatriación cuando se conoce el de un rumano que parece haberse suicidado en la Comisaría de Canillas. 

Yo no sé exactamente lo que ha sucedido en cada uno de estos casos, pero recomiendo a la gente que no crea por defecto todo lo que se dice, porque los medios de comunicación no suelen informar con el suficiente rigor cuando se trata de temas en los que se ve implicada la “autoridad”, probablemente porque desconocen unas normas de actuación que ni siquiera parecen existir. 

También le pediría a los responsables de Interior que intenten sosegar a algunos de los integrantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que tienen la responsabilidad de dirigir, y que si es necesario tomen decisiones similares a las que ya se están adoptando en Cataluña, como la de colocar cámaras de vídeo en las salas de detención.

3 comentarios

saulbauman -

Vaya por Dios. El caso es que los Policías van a ser más malos que los propios choros y vándalos que se dedican a reventar celebraciones y manifas. Es curioso que sean tan malos malotes y los pongamos a parir a todas horas, pero cuando hay un problema que nos afecta directamente no dudamos en llamarles. Parece mentira que un periodista hable mal de ellos cuando los propios periodistas a menudo cuentan la película como les parece. Si la Policía interviene, porque interviene. Si no lo hace, porque no lo hace. Pruebe usted, señor periodista a no ponerse en medio de una carga y si lo hace asuma su riesgo sin dar después el coñazo y tergiversando la realidad como hacen siempre que se llevan un gomazo por andar por el medio a deshora aburriendo luego a todo dios con sus quejas y maquillando las verdades con comentarios fuera de lugar que acompañan las imágenes. Que la gente no es idiota y tenemos ojos en la cara. ¡Puñeta ya!

Ana -

Yo también vi cómo un antidistirbio golpeó a un chico que no hacía nada más que estar parado, asustado por la situación.
¡¡Es una verguenza!!
¡Televisión, manipulación!

Testigo televisivo -

Yo vi cómo un antidisturbio golpeó a dos muchachas de unos 15 años que se iban llorando... No tenían ninguna pinta de andar haciendo nada malo, sino de estar "por ahí".