Salazar, ese hombre
La agencia EFE cursó el pasado lunes día 26 un despacho desde Lisboa con la noticia sobre un concurso de la Radio e Televisao de Portugal (RTP) denominado “Grandes Portugueses” en el que los espectadores eligieron al más importante de entre diez personajes de la historia del país vecino y concedieron dicha preeminencia a Antonio de Oliveira Salazar, Jefe del Estado (1932-1968) en la dictadura portuguesa de corte fascista denominada “Estado Novo” y aliado del nacional-católico dictador y general español (1936-1975) Francisco Franco —ambos, en la foto—.
¿Ganaría Franco un concurso similar organizado por RTVE? ¿Significaría eso que España es franquista? ¿Acaso significa el resultado de Portugal que el país vecino es salazarista?
En el concurso portugués se recibieron 159.245 llamadas válidas y el primer clasificado fue el citado Oliveira Salazar (1889-1970), con 65.290 (41%); el segundo puesto fue para Álvaro Cunhal (1913-2005), secretario general del Partido Comunista Portugués entre 1961 y 1992, con 30.416 llamadas (19,1%); el tercero fue Aristides de Sousa Mendes (1885-1954: diplomático considerado el “Schindler” portugués, con 20.702 llamadas (13%); el cuarto, Don Afonso Henriques (1109-1185: primer rey de Portugal): 19.746 llamadas (12,4%); y el quinto, Luís de Camões (1524-1580), escritor, autor de “Os Lusíadas”, con 6.370 llamadas (4,%). Tras ellos, otros cinco prohombres de la historia portuguesa, y ninguna mujer...
El resultado del concurso de la RTP no debe ser interpretado como un resurgimiento de la extrema derecha en Portugal, sino como la representación de la secular pugna fascista-comunista ejemplificada por las llamadas compulsivas de los seguidores de Salazar y de Cunhal. Tras los dos extremos, aparece un Arístides de Sousa recordado por haber ayudado a escapar de FRancia a miles de judíos durante la invasión alemana de 1941, hecho muy publicitado por la joven democracia vecina para expiar las culpas sobre el colaboracionismo de la sociedad portuguesa con el régimen nazi… Después, Don Afonso Henriques —¿equiparable a nuestra Isabel La Católica?— y Luís de Camões —¿nos serviría a nosotros Cervantes?—.
Dicho lo anterior, creo que si en España nos encontrásemos con una polémica similar en RTVE entre los seguidores de Franco y de La Pasionaria (con perdón para Dolores Ibárruri…), también aquí ganaría el dictador. Eso no significaría que España es franquista, pero sí que los franquistas lo siguen siendo y, además, aprovechan cada ocasión para hacerlo saber…
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